Aunque no lo parezca intento terminar alguna de las historias que tengo en el ordenador, pero también me salen historias nuevas.
Hoy quiero presentaros una nueva historia de vampiros inspirada en el relato corto Los vampiros de Detroit.
Os dejo lo que tengo escrito del primer capítulo, espero vuestros comentarios ^^
13 Vampiros por el mundo de Andariel Morrigan
1.
Mirina,
Isla de Lemnos.
–
Vamos Keir, ayúdame un poco con
esto ¿no?
El susurrar de las sábanas quedaba sofocado con el ruido de las
gotas de lluvia golpear contra las ventanas. Keir se apartó de la
ventana y se acercó con pasos lentos a donde se encontraba la voz
femenina. Ayudó a su novia Bethany a arreglar la cama, no muy
convencido en la manía de ella.
– Odio esto, ya lo sabes, luego te hago en amor y terminan en el
suelo. – Se quejó él terminando de arreglar el bajo de la sábana.
– La cama queda bonita. Te lo he dicho ya muchas veces Keir. Deja
de quejarte. – amonestó Bethany golpeando una de las almohadas con
el ceño fruncido.
Keir rodó los ojos y se dispuso a irse.
– Lo que sea – resopló pasándose los dedos entre su cabello
negro medio largo. – Estaré en el despacho, por si alguien me
busca. – se giró y fue hacia la puerta, marchándose.
Bethany se quedó embobada como siempre al ver la espalda de Keir,
sus músculos en movimiento cuando caminaba, su perfecto culo y esas
piernas largas enfundadas en un viejo pantalón de mezclilla con
algunos agujeros. Hacia tiempo que había dejado de preocuparse por
si Keir la dejaba, él nunca le había dicho que la amaba. Pero
tampoco le era fiel, al menos dentro de la cama; o fuera de ella.
La primera vez que Bethany había conocido a Keir, él estaba ocupado
con una chica rubia dándole una mamada en medio de un bar, rodeado
de sus amigos. Niall, uno de los amigos de Keir y ahora su mejor
amigo y amante, le dijo que era el pan de cada día de ellos. Que si
quería una relación duradera con Keir, le dejara hacer lo que
quisiera. Al principio para Bethany no le fue fácil ni agradable ver
a Keir incluso con hombres, pero al pasar el rato con ellos
conociéndoles un poco cada día, llegó a acostumbrarse.
De eso hacía ya cerca de diez años.
Cuando sólo tenía un año desde que había sido convertida en
vampiro y su Sire la había abandonado.
Bethany suspiró al recordar la noche que conoció a su actual clan.
Doce vampiros mujeriegos cohabitaban con ella en una de las más
grandes casas de Mirina. Ella después de dos años, pasó al lado
oscuro y también se encamaba con todo aquel hombre que le prestaba
un mínimo de atención a sus pechos. Al principio Bethany pensó que
Keir se molestaría, pero se equivocó al ver que él quería
participar.
Bethany salió de la habitación, trenzando su cabello largo castaño,
iba por el largo pasillo hacia las escaleras que daban a la tercera
planta. Como llovía pensó en ir a la biblioteca a leer alguno de
los libros que tenían en ella.
De camino vio a varias chicas salir de las habitaciones haciendo el
paseo de la vergüenza, aunque dos o tres iban con la cabeza en alto
pero con una mirada confundida, como todas las que pisaban su casa.
Subió las escaleras orando para que no saliera ninguna de la
habitación de Niall.
Al pasar por delante de la puerta, ésta se abrió y salió un
sonriente vampiro pelirrojo con ojos violetas.
– Hey chica, ¿Como lo llevas? – preguntó Niall apoyándose en
el marco de la puerta con los brazos cruzados delante del pecho.
– Iba hacia la biblioteca – sonriendo ella señaló hacia la
puerta con la cabeza. – Cuando deje de llover iré a por algo de
comer. ¿Quieres acompañarme? – acarició levemente las puntas de
cabello de su trenza.
Quedaron en silencio mirándose a los ojos midiendo como dar el
siguiente paso. Niall hizo un gesto con la cabeza hacia abajo, señal
para preguntar si Keir se encontraba en su despacho. Bethany asintió
ligeramente y se encaminó hacia la puerta de la biblioteca.
– Cuando deje de llover. – respondió Niall cerrando la puerta de
su dormitorio, quedando él dentro.
Se dejó caer en su sillón favorito con un suspiro, cerró sus ojos
marrones y se masajeó las sienes. Se extrañaba que Keir los dejara
estar juntos. Ella había encontrado que no podía separarse mucho de
Niall, en cambio se alejaba un poco más de Keir.
Keir levantó el auricular del teléfono y marcó el número de la
habitación de Niall, sabía que aún se encontraba allí.
– ¿Sí? – murmuró su voz con acento escocés.
– Despacho. Ahora. – respondió Keir con su tono de líder y
colgó sin decir otra palabra más.
Había decidido por fin dejar el camino libre para Bethany y Niall,
él sabía que los dos se amaban después de dos años.
Hubo un golpe en la puerta antes de que se abriera, entró Niall y se
sentó en una de las dos sillas que había delante del escritorio de
madera, donde Keir estaba sentando detrás.
Estuvieron los dos mirándose sin decir nada por varios minutos.
– Beth y tu podéis estar juntos públicamente si queréis, no os
tenéis que esconder más de mí. Dado que ya lo sabía. – sonrió
ligeramente al ver la boca abierta de su hermano tiempo por siglos.
– No os hago ningún bien a los dos, además pienso ir a América
por un tiempo con alguno de los chicos, entre la isla y Grecia se
están aburriendo sin mucho por hacer.
Niall se levantó de golpe cuando lo que había dicho Keir se asentó
en su cerebro, se miraron por unos segundos antes de que Niall
desapareciera corriendo hacia la biblioteca donde se encontraba
Bethany. Keir se rió entre dientes y siguió con el papeleo.
Me gusta mucho el estilo que tienes al escribir, es muy ágil y el capítulo se me ha hecho cortísimo♥
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